sábado, 26 de enero de 2013

Hay cosas que no se superan.

Escuché una vez a un viejo decir en un bar, que el hombre con en el tiempo se acostumbra a todo, se acostumbra a vivir en Laponia a -40 grados, o en Barbate a más de 40. Se acostumbra a estar en una silla de ruedas, a perder un brazo, a no tener padre, incluso vivir en un puñetero barco en el fin del mundo, decía ese viejo que era la estupida manera que teniamos de poder seguir siendo felices, pero hay cosas a las que note acostumbras ni con todo el tiempo del mundo, no te acostumbras al hueco del otro lado de la cama, nunca te acostumbrarás a no ver su sonrisa, o a dejar de pedir dos copas en un bar, o a comprar dos entradas para un concierto, a no notar su olor, ni sus besos, ni a que se te rebiente el alma cada vez que te mires al espejo, y te das cuenta que eres el gilipollas más grande del mundo, por haber dejado escapar al amor de tu vida.

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