Sonrie.
- ¿Por qué nunca sonríes?
+ Porque nunca tengo motivos.
- Eso es mentira. Siempre hay motivos para sonreír. Puede que tengas problemas y que lo último que te apetezca es hacerlo, pero ¿sabes qué? No cuesta tanto, no es tan difícil. Y además, nunca sabes quien puede enamorarse de tu sonrisa. Y eso, ese simple acto que creías innecesario, puede cambiar todos tus problemas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario